Desde hace meses, la regulación del cannabis en Canadá ha estado centrada en la versión inhalable de la sustancia, aceites, cosméticos, y nada mucho más allá. El mercado del cannabis continúa madurando en el país, sin embargo, aún se desconoce la reglamentación que acompañará a la regulación de los comestibles que entrará en vigor en menos de un año.
Health Canadá, el departamento del gobierno responsable de la salud pública, está encontrando la manera ideal de que el legislador federal implemente los comestibles cannábicos dentro del marco de la regulación. El plazo para crear un marco legal para el consumo de comestibles de cannabis finaliza en octubre de 2019.
Actualmente cualquier canadiense puede consumir cannabis en su propia casa, lo que significa que los consumidores pueden cocinar y preparar platos con cannabis en su hogar como deseen. Las encuestas indican que los consumidores están interesados en el mercado de los comestibles.
Según una encuesta realizada por la Universidad de Dlhousie, el 93% de los consumidores que apoya la legalización del cannabis no medicinal, también estaría dispuesto a probar un producto comestible.
La semana pasada, los aceites y geles se agotaron en la mayoría de las provincias canadienses, un claro precursor de la demanda de comestibles. Parece que muchos canadienses aguardan impacientes el dia en que legalmente puedan comerse un muffin, o echar a sus spaghetti salsa cannábica.
A pesar de que la regulación de los comestibles aún necesita más tiempo, los canadienses han tenido acceso a comestibles durante años. Incluso si la mayoría de los productos alimenticios con algo de cannabis siguiese siendo ilegal en Canadá, cualquiera tiene acceso a comprar este tipo de productos a través de internet, procedentes de Estados Unidos. Esta realidad carece de una regulación y una supervisión a cargo del gobierno canadiense.
La mayoría de los usuarios sabe muy poco sobre el cannabis, por lo que tener un acceso a estos productos conlleva una preocupación.
La inclusión de los comestibles como parte del proyecto de ley de regulación del cannabis nacional, era necesaria para proteger mejor a los consumidores. Ahora Health Canadá tendrá que tener en cuenta los factores como el etiquetado y el embalaje que deben ser cuidadosamente pensados, las dosis de THC o CBD que contengan los productos, etc.
Nadie puede realmente predecir el potencial real del mercado de los comestibles. Es seguro decir que probablemente estará en los miles de millones de dólares anuales, cuando lleguemos a un lugar donde el cannabis no esté tan estigmatizado como lo está ahora, quizás en unos 10 años.
El cannabis como ingrediente tiene el potencial de convertirse en un cambio de juego, especialmente para la industria de las bebidas. La industria de la cerveza ya ha mostrado un enorme interés en la cerveza con infusión de cannabis, así como en otras bebidas. Propietarios de marcas como Corona, ya han hecho públicas sus intenciones.
En los EE. UU, desde que el cannabis se legalizó, la industria cervecera ha perdido cuotas de mercado significativas, hasta el 20% en algunos casos. Coca Cola también ha hecho algunos anuncios sobre productos con infusión de cannabis. Sin embargo, en el sector de los refrescos, las empresas han permanecido en silencio, principalmente porque nadie sabe realmente qué pasará con las regulaciones.
Con una idea más clara de cómo serán las reglas y restricciones, la industria puede apreciar mejor cómo lidiar con esta posible oportunidad. Los comestibles para fines medicinales no son nada nuevo en Canadá. De hecho, Health Canada siempre ha alentado a los consumidores terapéuticos a ingerir su cannabis medicinal ya que consideran que es la forma más segura de consumirlo.
Pero ahora que el cannabis para uso recreativo es legal, las cosas se van a complicar. Los comestibles son inherentemente discretos. A diferencia de la versión fumable, los productos alimenticios infundidos con cannabis generalmente no se pueden detectar, oler o ver, por lo que la regulación debe ser especialmente cuidadosa.