Entrevista con Bernardo Soriano en ‘Hoy empieza todo’ de RNE3

Entrevista realizada a nuestro fundador y codirector en el programa de radio “Hoy empieza todo” de Radio 3, Radio Nacional de España al respecto de la aprobación en el Consejo de Ministro del Gobierno de Alemania del proyecto de regulación del acceso al cannabis a través del autocultivo y de las asociaciones cannábicas o clubes sociales de cannabis.

Entrevistador: Bernardo Soriano es portavoz de Asociación Regulación Responsable, abogado y experto en modelos de regulación del cannabis. Cuéntanos qué han hecho los alemanes:

Bernardo: Bueno pues los alemanes tras la coalición de gobierno que formaron hace dos años, uno de los puntos que pusieron en los objetivos a cumplir en la legislatura, básicamente impulsados por Los Verdes y por la Izquierda, fue regular el cannabis. Si que es cierto que se han hablado de muchas cosas que se iban a integrar en esa regulación y al final se va a proceder a regular de una forma un tanto limitada, un modelo de clubes sociales de cannabis, unas limitaciones bastante estrictas y bueno es un primer paso, pero todavía queda mucho, para hacer una comparativa con España, a nosotros se nos quedaría muy corto con lo actualmente que funciona aquí ya de forma no regulada.

Entrevistador: Eso es curioso, porque yo he oído como dos vertientes, una que el modelo español si se parecía o no, y luego gente que decía que había dejado esta propuesta de ley, que todavía no está aprobada, descontentos a todos, a los clubs de cannabis porque siguen demonizando al fumador y a otra gente que dice bueno esto es demasiado, a los dos extremos. Primero, ¿Cuál es el modelo español? ¿El modelo español es hacer lo que queráis?

Bernardo: Se podría definir así desde luego, porque al final llevamos 30 años viendo como distintos modelos de distintas regulaciones que se han producido en España. Por ejemplo, tenemos bancos de semillas no regulados que mueven cientos de millones al año, tenemos tiendas de cannabis no psicoactivo de CBD que se vende en todas partes como sabéis, es algo no está regulado, hay miles de clubes sociales de cannabis desde hace 30 años que tampoco están regulados, … Parece que la administración lo que hace es un poco dejarlo estar, de vez en cuando meten un palo y no han sido capaces de afrentar este problema. Sí que es cierto que la anterior legislatura fue muy prolífica en cuanto a dejar de caricaturizar el cannabis, decíais antes los chistes de los porros, hubo hasta cuatro proposiciones de ley, una en el Senado y tres en el Congreso, pero ninguna logró los apoyos para ser aprobada.

Entrevistador: ¿Por qué no lo logró?

Bernardo: Básicamente porque el Partido Socialista votó en contra, PP y VOX tienen una posición totalmente frontal a la regulación del cannabis. El Partido Socialista siempre se ha mantenido ambiguo, pero a la hora de la verdad siempre ha votado en contra. Ha habido distintas propuestas, una impulsada por Esquerra, otra por Más País, otra por Unidas Podemos y otra en el Senado a través del grupo plural que integra muchos partidos. Han llegado básicamente las votaciones y el PSOE ha votado en el bloque con el PP, no saliendo adelante, este es un poco lo que ha pasado.

Entrevistador: Decíamos lo de los porros, Bob Marley, esa esa imagen de quien no conoce mucho… ¿El hecho de que Alemania pueda regularlo, ya sea más ambiciosamente o menos el consumo de cannabis, puede cambiar un poco esa imagen?

Bernardo: Yo creo que todos los que vivimos en España sabemos que el consumo de cannabis es algo totalmente normalizado e integrado en nuestra sociedad, por eso se hacen chistes de los porros, es algo tan habitual que lo que resulta raro es que no sea legal. A un extranjero que viene a España puede ir a clubes de cannabis, puede comprar CBD en todos lados, puede comprar semillas, puede hacer ir a la feria más potente de Europa, el sector que mueve también muchísimos millones de euros, le dices esto es ilegal, no se lo cree en ningún caso. Al final también el hecho de que ya esté integrado y normalizado hace que la gente diga si yo ya puedo fumar, no hay que hay que regular, qué problema hay. Al final el enfoque aquí debería ser distinto porque cuando se habla como en Alemania de que se va a limitar el mercado negro eso es mentira, se van a recaudar impuestos también. Un modelo de clubs sociales de cannabis lo primero es que no da acceso a todas las personas que consumen cannabis, en España 4 millones de personas consumen cannabis al año, y solo a lo mejor unas 200,000 acceden a través de clubes, los otros 3,800.000 acceden a través del mercado negro, principalmente cada vez menos consumen hachís, lo que si nosotros lo que queremos es limitar el efecto del mercado negro, lo que tenemos es que regular integralmente el cannabis y no solo los clubes sociales, y además los clubes de cannabis no van a generar impuestos porque no se vende marihuana porque son asociaciones, supuestamente, de personas que cultivan conjuntamente un producto y luego se lo reparten a un precio de coste. Es como si nosotros hacemos una cooperativa para cultivar tomates, pagamos los gastos y luego no los repartimos. Al final lo que hay que pensar es cuál es el objetivo de la regulación, recaudar impuestos, limitar el mercado negro o proteger a los clubes, que está muy bien pero se queda muy corto para los objetivos que tanto se enarbolan, y luego sobre todo también que la no regulación de los clubes en España lo que ha generado básicamente es una perversión del propio modelo porque al final lo que inicialmente eran asociaciones de personas pequeñas que cultivaban cannabis de forma transversal democrática y participativa, se han convertido básicamente en tiendas donde se va a comprar y consumir cannabis, que no lo critico, que eso tiene que existir, pero el propio hecho de la no regulación ha generado esos efectos que en principio no estaban pensados, entonces la única opción para dotar de impuestos, proteger a los trabajadores, que no multen a las personas, proteger a las a los clubs y limitar el efecto del mercado negro, es una regulación mucho más amplia, si bien lo más importante que hay que proteger es que no se convierta en un McDonald’s la venta de Cannabis. Evitar la mcdonalización mediante un sistema de licencias que tenga limitaciones en cuanto a la acumulación, la integración vertical y un poco pues que se respete también el modelo de España que es el de los clubes sociales de cannabis

Entrevistador: Bastante interesante, la verdad es que no sé si hay muchos modelos, nosotros conocíamos el de Ámsterdam, que ha ido cambiando, pero más bien hacia lo contrario de lo que parecía, hacía regularse más, siendo más difícil el acceso.

Bernardo:  Bueno realmente en Holanda lo que ha pasado más que un sistema de regulación durante todos estos años, ha sido un sistema de permisión, de hecho, es un sistema fallido porque lo que permite es el blanqueo de capitales por parte del Estado. Los coffee shops pueden comprar en el mercado negro, muchas veces productos de zonas de conflicto: Afganistán, Pakistán y otros lugares, y una vez que está en el coffee shop se blanquea y se distribuye. Hace dos años, el gobierno de Países Bajos ha articulado un sistema de licencias muy parecido al de Uruguay, donde se dan 10 licencias a empresas muy grandes que pueden ser las que distribuyan a los coffee shops, y así eliminar la backdoor, la puerta de atrás. En Uruguay por ejemplo es un sistema integral, pero en vez de lugar de que haya tiendas como puede haber en Estados Unidos, es igual un sistema estatalizado donde hay cuatro empresas, si no recuerdo mal, que tienen licencias que distribuyen a todas las farmacias que quieran distribuir cannabis en el país, y aparte se regulan los clubes sociales de una forma restringida para evitar esa perversión y que no se conviertan en tiendas, sino que funciona todo de una forma un tanto más democrática y transparente, y luego se permite el autocultivo. Al final cada país va acorde a la idiosincrasia, y lo que existe ya en ese país. Aquí en España como decíamos, regulamos los clubes como los pretenden regular en Alemania y no regulan nada más, esto hablando un poco mal, se nos quedaría en el hueco de la muela porque no conseguiría los objetivos por los que al final estamos peleando, que es limitar el mercado negro, sobre todo recaudar impuestos, proteger a las personas usuarias, a los menores y que no te multen por llevar cinco porros en el bolsillo y te los roben, sancionándote. Esto es digamos por donde habría que empezar, el mínimo exigible.

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